Según los activistas medioambientales, los criaderos de pescado son los responsables de una catástrofe sanitaria a gran escala, con esta contundente declaración comienza Pescado, ¿no tan sano?; un exhaustivo trabajo de investigación producido por la RT rusa, donde se denuncian las actuaciones de una descontrolada piscicultura y de una sobrexplotación de recursos marinos, responsables de verter un peligroso cóctel de productos químicos sobre un alimento que va directo a nuestros platos.
Los científicos alertan de los riesgos que conllevan los piensos con que se alimenta a salmones, doradas o lubinas criadas.
Los criaderos han proliferado por todo el mundo. Desde Vietnam a Noruega, millones de peces se hacinan en las granjas de piscicultura. La superpoblación provoca infinidad de parásitos y enfermedades, que se combaten con vertidos de antibióticos y productos tóxicos a las aguas. “En mis granjas hay cien millones de pangas. Hay más peces en mis estanques que habitantes en todo Vietnam”, afirma orgulloso este productor que suministra a Europa el 95% de las pangas que consumimos.
Su hábitat natural se encuentra en en ríos y lagos del sureste asiático, sobre todo en Tailandia y Vietnam. Aunque prácticamente todo el panga que llega a nuestros mercados proviene de la cría en acuicultura en Vietnam, productor del 90% del panga que se consume en todo el mundo. Aproximadamente 1,55 millones de toneladas de pescado al año.
Vertidos tóxicos, piensos y seguridad sanitaria:
Los científicos alertan de los riesgos que conllevan los piensos con que se alimenta a salmones, doradas o lubinas criadas en cautividad y la gran contaminación marina, provocada por los vertidos tóxicos de la industria química y papelera. “Contiene una gran concentración de dioxinas, uno de los venenos más potentes que conocemos”, afirma un miembro de Greenpeace Suecia.
Pescado, ¿no tan sano? reflexiona sobre estos controvertidos métodos de producción intensiva y cómo amenazan a una industria pesquera que podría verse afectada por un problema de seguridad sanitaria. Pesticidas, mercurio y hasta radioactividad son algunas de las sustancias que han transformado a ese pescado de un alimento sano en un producto de dudosa fiabilidad.
Su hábitat natural se encuentra en en ríos y lagos del sureste asiático, sobre todo en Tailandia y Vietnam. Aunque prácticamente todo el panga que llega a nuestros mercados proviene de la cría en acuicultura en Vietnam, productor del 90% del panga que se consume en todo el mundo. Aproximadamente 1,55 millones de toneladas de pescado al año.
Vertidos tóxicos, piensos y seguridad sanitaria:
Los científicos alertan de los riesgos que conllevan los piensos con que se alimenta a salmones, doradas o lubinas criadas en cautividad y la gran contaminación marina, provocada por los vertidos tóxicos de la industria química y papelera. “Contiene una gran concentración de dioxinas, uno de los venenos más potentes que conocemos”, afirma un miembro de Greenpeace Suecia.
Pescado, ¿no tan sano? reflexiona sobre estos controvertidos métodos de producción intensiva y cómo amenazan a una industria pesquera que podría verse afectada por un problema de seguridad sanitaria. Pesticidas, mercurio y hasta radioactividad son algunas de las sustancias que han transformado a ese pescado de un alimento sano en un producto de dudosa fiabilidad.
El consumo mundial de pescado se ha duplicado en los últimos cuarenta años debido a que, hasta hace no mucho, era considerado un alimento sano por excelencia recomendado por médicos y nutricionistas. El mercado demanda más materias primas y la industria pesquera ha echado mano de nuevas formas de producción masivas no exentas de polémica.
OPINIÓN PERSONAL
La sanidad es la que tiene que procurar que la panga pase por los controles necesarios para detectar cualquier producto que este pescado coma y pueda ser dañino para la salud. Creo que en España todavia hay personas responsables de los puestos que ocupan de responsabilidad para analizar los productos que comemos.Espero que lo hagan así.
La sanidad es la que tiene que procurar que la panga pase por los controles necesarios para detectar cualquier producto que este pescado coma y pueda ser dañino para la salud. Creo que en España todavia hay personas responsables de los puestos que ocupan de responsabilidad para analizar los productos que comemos.Espero que lo hagan así.
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